miércoles, 3 de abril de 2013

Curso de tarot gratis: Los Arcanos mayores: II La Sacerdotisa


La carta de la Sacerdotisa representa a una mujer sentada que tiene frente a ella un libro abierto. Se trata de un personaje “velado”, y es que si miramos la carta vemos que literalmente está llena de velos: tras la cabeza de la figura de la sacerdotisa hay una especie de manto que la cubre, al igual que el que lleva como indumentaria y que cubre prácticamente todo su cuerpo, hasta los pies. También lleva cubierta la cabeza. Pero es que además, tanto el rostro como las manos de la Sacerdotisa son grises, es decir, de alguna manera se encuentran también velados. En la cabeza lleva además el mismo tipo de sombrero que veremos en la figura del Sumo Sacerdote (arcano mayor nº 5), solo que más sencillo, y cuya morfología en forma de piña podría hacer alusión a la glándula pineal del cerebro. La sacerdotisa nos habla del conocimiento espiritual. Si conseguimos trascender nuestro ego simple (parece que la glándula pineal es una de las responsables de las experiencias transpersonales y místicas), nos daremos cuenta de que las respuestas y las soluciones no se encuentran tanto en las acciones sobre el mundo material como en la iluminación interior. Dentro de nosotros tenemos ya todo el conocimiento necesario como para comprender el mundo, por eso la sacerdotisa tiene ese libro, que simboliza su acceso a todo el conocimiento espiritual de la realidad, la disponibilidad de ese conocimiento espiritual. Sin embargo, la Sacerdotisa es también una carta de espera: su postura sentada y su figura velada, apartada del mundo material, nos dicen que la Sacerdotisa no incide en él.

Cuando la Sacerdotisa aparece en una tirada, siempre implica esos dos principios: por un lado, conocimiento espiritual, por otro, incapacidad, o quizás de falta de oportunidad para producir resultados materiales con esos conocimientos, al menos inmediatamente. El consultante ve el tema por el que ha preguntado con una perspectiva clara y de crecimiento desde el punto de vista espiritual, tendrá serenidad interior, pero no se dan todavía las condiciones necesarias como para que ese conocimiento se concrete en una acción o evolución determinada. Espera con fe en tu conocimiento. Puesto que la sacerdotisa marca, como estamos viendo, la iluminación o el punto anterior a una materialización y además es una carta femenina, puede anunciar un embarazo. También puede tratarse de situaciones que todavía no han mostrado todas sus caras o no se han manifestado, ocultas, latentes, que se encuentran en situación embrionaria, que aún no se han desarrollado pero empiezan a nacer. Asimismo puede representar cualidades de la consultante si esta es una mujer o de alguna otra mujer de su entorno: alguien tímido, que se mantiene en segundo plano, que no se manifiesta abiertamente, con conocimiento espiritual pero que no se abre al exterior.

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