Magia de colores: significado simbólico de los colores

Vibración de los colores

La experiencia del color es el resultado de lo que capta nuestro ojo cuando la luz alcanza la superficie de los objetos. Cada objeto absorve unas ondas lumínicas y hace "rebotar" otras, el resultado es lo que percibimos como color. Por lo tanto, el color tiene una vibración real y determinada.

Hay colores que llamamos fríos y otros cálidos, colores suaves y colores fuertes. Todas estas metonimias lingüísticas hacen hincapié en la idea de que experimentamos el color más allá que como un mero estímulos visual, y eso que ya la vista es el sentido que domina la percepción humana.

Así pues, a la hora de elegir el color de las velas, el papel, las cintas o cualquier otro elemento en nuestros rituales de magia, puede ser interesante saber el significado simbólico que se atribuye a los distintos colores.

Estos mismos significados pueden aplicarse en la interpretación de los sueños cuando el color de un objeto nos llama la atención, o cuando una tonalidad determinada domina el conjunto del sueño. También podemos tenerlos en cuenta a la hora de pintar o decorar alguna estancia de nuestra casa, o de escoger qué ropa nos vamos a poner, ¡haz la prueba!

Significado simbólico de los colores

BLANCO : Puesto que la luz blanca es la combinación de todas las ondas lumínicas, este color limpia e ilumina en cualquier situación. Es el color de la pureza, la bondad y la honestidad. Calma las malas vibraciones y purifica. Si nos transmite malas sensaciones puede significar también vacío, ausencia, vejez, pues recordemos que en otro sentido, el blanco es también la ausencia de color.

NEGRO: El negro sí es la ausencia de color, los miedos, los terrores, lo nocturno, lo poco claro. Es el color del desasosiego y de la pérdida y no es recomendable usarlo en nuestros rituales a menos que tengamos cierta experiencia. En su aspecto positivo también puede referirse al todo, la vuelta a lo primigenio, el principio, igual que el blanco.

ROJO: El rojo es el color de la sangre, de la pasión y la guerra. Energiza y promueve la acción, por lo que es aconsejable para todo aquello que necesita pasión, arrojo y valentía para realizarse (por eso es el color de los amantes). Por el contrario, al ser muy vigorizante, no conviene su uso en situaciones demasiado pasionales pues se corre el riesgo de dejarnos llevar por nuestros instintos o caer en enfrentamientos descontrolados. Cuando este color aparece en nuestros sueños hace referencia a sentimientos pasionales, tal vez sexuales y comunica que el espíritu se encuentra dispuesto a la acción, es un buen momento para ponerse en marcha, eso sí, con cuidado porque el ambiente emocional que nos rodea es muy intenso.

AZUL: El azul es el color más profundo e inmaterial, el color del cielo, el de la profundidad de los océanos. Promueve la calma, serena, relaja, es beneficioso para la salud y la religión. Es también el color del amor conyugal, hecho de sentimientos profundos y vínculos inamovibles, en lugar de de pasión. Es bueno para calmar, para profundizar en nuestro interior y para serenarnos. Se desaconseja cuando la energía de una situación es demasiado baja, pues puede rebajarla aún más y provocar tristeza, depresión y aislamiento, sobre todo en tono muy oscuros.

AMARILLO: El color del sol, de la iluminación y del desarrollo mental y espiritual. Beneficia al intelecto y a la intuición. Promueve la libertad mental, la inteligencia y la alegría de vivir. Si nos resulta desagradable puede indicar envidias y celos. Ayuda a aplicar nuestras capacidades intelectivas a cualquier proyecto que deseemos poner en marcha.

VERDE: Por sel el color de las plantas representa la vida. Tradicionalmente se le llama color de la esperanza y usamos la expresión "estar verde" cuando nos referimos a que algo todavía no está maduro. Por todo ello, resulta un color refrescante beneficioso para quien da sus primeros pasos en algún proyecto.

NARANJA: Hecho a base del rojo y del amarillo, el color naranja es un color cálido que resulta bastante agradable a nuestra percepción. Toma la energía del rojo pero la matiza con la inteligencia del amarillo, siendo un color que inspira calidez y sentimientos pero al mismo tiempo contenidos por las bridas de la inteligencia. Es un color energético que beneficia el hogar, las iniciativas sociales, las relaciones y la alegría.

ROSA: Rojo rebajado con blanco, lo que le resta agresividad quedando intactos los significados atribuíbles de sentimientos. Amor, ternura, regocijo sentimental.

MORADO: El morado, mezcla de rojo y azul, es el color de la trasmutación. Del rojo de la sangre y las pasiones pasamos al espiritual e inmaterial azul. Es un color asociado por estos motivos al desarrollo psíquico y espiritual, el color de los grandes sacerdotes. Se recomienda para promover el proceso de crecimiento espiritual y cuando aparece en sueños nos habla de que estamos inmersos en un proceso de este tipo o que debemos apartarnos de lo mundano para mirar en nuestro interior.

MARRONES Y PARDOS: Son los colores de la tierra. Promueven la estabilidad y la sencillez. Cuando aparecen en nuestros sueños indican que en nuestra vida no contaremos por el momento con demasiados lujos, pero sí gozaremos de los placeres de una existencia sencilla y natural sin demasiados contratiempos.

GRIS: Color de la indecisión, la incertidumbre y la mediocridad. Cuando aparece en nuestros sueños anuncia cierta tristeza e incapacidad para tomar decisiones.


Últimas sugerencias para interpretar o escoger colores

Una vez más, los sentimientos personales asociados a cada color son importantes y debemos tenerlos en cuenta. Las diferentes tonalidades en que podemos encontrar un color determinado pueden matizar su significado. Está bien que conozcas el significado simbólico y tradicional que se le atribuye a cada color, pero en última instancia, deja que tu intuición te guíe y tome también parte activa en el proceso de selección. En general, los colores vivos y brillantes inspiran energía y alegría, mientras que los tonos más oscuros despiertan emociones más serenas y en algunos casos más negativas.