Estos meses otoñales son el momento ideal para salir al campo a coger setas. Unas temperaturas aún no demasiado frías y un grado de humedad más o menos elevado son las dos claves para que este majar natural asalte a tu vista en tus paseos campestres.
La seta de cardo
La seta de cardo es la estrella entre los recolectores aficionados, pues crece abundantemente de forma silvestre en nuestros campos. El mejor lugar para encontrarlas son lugares umbrosos y húmedos, así que busca entre el pasto verde o junto a las raíces de los árboles. Sé paciente. Una vez que veas la primera, las demás serán mucho más fáciles de localizar.La seta de cardo es comestible, pero como sabes también existen en nuestros campos un gran número de hongos y setas tóxicos. Lo mejor es que si no sabes diferenciar bien unas de otras vayas acompañado de una persona que sepa, o al menos se las enseñes a alguien que te pueda confirmar si puedes comerlas o no antes de hacerlo. Sé responsable y no pongas en riesgo tu salud ni la de los demás.
La apariencia entre unas y otras setas de cardo puede variar, así que necesitarás un tiempo para identificarlas correctamente y convertirte en un experto fungólogo. El sombrero se aplana o aconvexa en su base central y va del color marrón o pardo a otros más pálidos como el beige o crema. Las láminas son de color balnco, espaciadas y desiguales y van tornando hacia el crema según la seta envejece. El pie es cilíndrico y macizo de color blanco, las esporas son también blancas, así como la carne de la seta que es blanca y compacta.
La seta de cardo puede prepararse tanto en guisos, como de guarnición para carnes o bien solas. Personalmente, la manera más rica de saborearlas, es cocinarlas simplemente a la plancha, con aceite y sal. Puedes añadirles también un poco de ajo. Si tienes la fortuna de encontrar muchas, puedes congelarlas para usarlas más adelante.
Coger setas con responsabilidad
Si esta es tu primera incursión en el mundo de las setas, hay algunas recomendaciones que debes tener en cuenta si quieres hacerlo sin dañar el ecosistema y de forma sostenible, de modo que no mermes su crecimiento para la siguiente temporada.
- No lleves una bolsa de plástico. Las esporas de la seta son fundamententales para su reproducción, por lo que si vas echando las que recolectas en una malla o una cesta de mimbre, permitirás que sus esporas se vayan dispersando por el campo mientras realizas tu labor.
- No arranques la seta. Usa siempre una navaja y corta el pie de la seta de forma horizontal, dejando su parte inferior dentro de la tierra. Así también ayudarás a su reproducción.
- No destruyas las setas que no te sirven. Tanto si el motivo de que no te la lleves es que está seca o picada, o que no es la especie que buscas, ten en cuenta que todas las setas son beneficiosas y necesarias en el ecosistema en que se producen. Así que si tú no la quieres, deja la seta en el suelo del campo con el sombrero hacia abajo, de forma que las esporas puedan caer en la tierra.
¡Buen provecho!
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